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Luri Sorroche: Después de todo lo que he hecho, valorándolo a posteriori, me veo una mujer valiente

Gema G. Hernández

Desde muy joven Luri Sorroche supo que quería entrenar. Nacía de ella.  Natural de Villanueva y Geltrú, en Barcelona, se puso al frente de su primera plantilla con apenas quince años. Esa misma temporada, el equipo se proclamó campeón de la liga escolar juvenil de fútbol sala masculino, y Sorroche lo tuvo claro: costara lo que costase, iba a convertirse en entrenadora de fútbol profesional.

Luri Sorroche, de 29 años, es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF) y cuenta, además, con el título nacional de entrenadora de fútbol. Desafortunadamente, en España, al igual que en muchos países de Europa, los clubes siguen sin apostar por mujeres entrenadoras, lo que la empujó a buscar nuevos y lejanos destinos en los que poder seguir creciendo.

Su primera parada en el extranjero fue un campus de tecnificación, organizado por la escuela del FC Barcelona, en Miami. Entrenó a niños y jóvenes durante casi dos meses, y supo entonces que podía hacerlo, que era capaz de salir de su zona de confort y luchar por su sueño.

Después de Miami, llegaron Chongqing, en China, y Gujarat, un estado indio de mayoría musulmana limítrofe con Pakistán. Allí, en Gujarat, se convirtió en la directora técnica de todas las selecciones masculinas del estado, y consiguió proclamarse campeona de liga en su tercera temporada (tras un bronce y una plata en las campañas previas).

Hoy por hoy, después de casi media vida entrenando, Sorroche continúa rompiendo barreras y agrietando techos de cristal. El 12 de agosto se pondrá al frente de la Associació Esportiva Moja (Asociación Deportiva Moja), un equipo de tercera catalana, y se convertirá en una de las primeras mujeres en capitanear a un equipo sénior masculino en España.

El objetivo primordial del club es conseguir el ascenso, un reto nada sencillo, pero abre una nueva oportunidad en España para Sorroche, que ha demostrado que cuando algo se ama de verdad, por mucho que canse o cueste, jamás se deja de luchar.

 

¿Se considera una mujer valiente?

Después de todo lo que he hecho, valorándolo a posteriori, sí. Me veo una mujer valiente. Si me hubieras preguntado estando en la India, te hubiera dicho que no. Pero viéndolo con perspectiva, tiempo y distancia me doy cuenta de que no todo el mundo sería capaz de hacer una cosa así.

Hablando de la India, ¿cómo fue el primer contacto con el equipo?

Cuando aparecí vi cierta cara de sorpresa en los jugadores, porque claro, Luri no es un nombre ni de chico ni de chica. Además, llegué en pantalón corto y manga corta, y Gujarat es un estado noventa por ciento musulmán. Así que se quedaron un poco impactados, pero no les di tiempo a que pensaran nada. Simplemente repartí los petos y empecé a entrenar. Cuando terminó el entreno, todos vinieron a darme la mano, incluso se agachaban para tocarme un pie, que es un símbolo de respeto allí. Se mostraron muy agradecidos, y nunca vi ni risas ni estupideces que denotasen que no estuviesen conformes conmigo.

¿Qué supuso, como mujer, vivir en un país como Pakistán?

Al tener el cargo que ostentaba, tenía un nivel de seguridad muy alto. Tenía un guardaespaldas, un chófer que me llevaba y me traía, y la zona donde vivía “custodiada”. Pero nunca he sentido peligro. Es cierto que ha habido momentos en los que he podido cerciorarme de alguna situación incómoda, pero de ahí a pasar miedo, nunca.

Y desde fuera, ¿cómo veían las mujeres de Gujarat que dirigiese un equipo de fútbol?

La verdad es que siempre me decían, ¿cómo has podido hacerlo?  Porque claro, a nivel social y familiar para ellas es impensable. Recuerdo que me decían que era valiente, pero yo les decía que no era cuestión de valentía, sino de querer hacer realmente aquello que quieres. Pero es complicado hacerles ver cuando están inmersas en una sociedad donde la religión es lo que impera.

En Agosto comienzas un nuevo reto, ¿no?

Sí, la Associació Esportiva Moja me ha dado la oportunidad de poder estar al frente de un proyecto donde el objetivo primordial es el ascenso. Conozco prácticamente a todo el equipo, porque los he tenido en categorías inferiores, y la verdad que estoy muy a gusto y muy contenta de poder iniciar este proyecto. Es la oportunidad que tantísimo esperaba.

¿Cree que le abrirá nuevas puertas en España?

Pues espero y deseo, la verdad. Todo depende de cómo vaya la temporada, evidentemente, aunque yo siempre trato de hacerlo lo mejor posible, y de  transmitir lo máximo posible a la plantilla.

¿Por qué cree que Europa sigue sin apostar por mujeres entrenadoras?

Creo que es un tabú que poco a poco se tiene que ir puliendo y normalizando. Los y las dirigentes de los clubes no son valientes y no intentan apostar por las mujeres, y soy incapaz de comprender por qué.

¿En qué punto cree se encuentra el fútbol femenino en España?

El fútbol femenino está en pleno auge, sobre todo desde que los medios de comunicación le dan protagonismo, y estoy segura de que dará un bombazo en breve.

¿Qué le pareció la cobertura y la repercusión del mundial?

Fue muy buena, porque se retransmitió muchísima información a diario y al minuto. Aunque siempre es mejorable, porque hoy por hoy, que le pase cualquier cosa a Cristiano Ronaldo sigue siendo más relevante para los medios. Sinceramente, espero que todo esto empiece a cambiar en breve y que el fútbol, y las chicas que están jugando a día de hoy, empiecen a tener una repercusión importante también a nivel social. Pero es necesario que los medios de comunicación participen, para que la sociedad pueda impulsarse a través de ellos.

Hablemos de su estilo en el banquillo, ¿Tiene un modelo de juego predefinido?

El que siempre he utilizado, y hasta la fecha me ha ido bien, es un sistema 4-4-2 en juego en corto. Siempre que el equipo rival nos lo permita, claro.

¿Importa más la plantilla o el modelo?

Creo que la adaptación de la plantilla al modelo es complicada si quieres un rendimiento inmediato, porque cuando intentan aprender algo nuevo, evidentemente el rendimiento baja. Depende de a qué estemos jugando. Si estamos jugando para ganar cada fin de semana, siempre te diré que las características de los jugadores prevalecen.

¿Cuál es el principal valor que intenta transmitir al equipo?

El esfuerzo, la unidad y el sacrificio. Si no hay sacrificio y trabajo, no se va a ningún sitio. Y después, evidentemente, la ilusión. El trabajo es una parte fundamental y creo que disfrutar con el sacrificio es algo que se debería inculcar a los niños.

¿Por qué siempre ha preferido entrenar equipos masculinos?

Porque fue lo primero que se me ofreció, y me sentí muy cómoda y feliz llevando a los equipos. Eso no quiere decir que algún día no llegue a entrenar a un equipo femenino, jamás me pondría barreras, solo faltaría. Pero el fútbol  masculino siempre me ha aportado muchísima seguridad y me ha hecho sentir muy bien.

¿Dónde se ve de aquí a 10 años?

Me encantaría estar en España, aunque no descarto la posibilidad de viajar por Europa. Ahora mismo se me haría difícil, pero no lo descarto. Aunque me encantaría poder estar en la liga española. Es mi sueño.

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